El Eneagrama y los 9 eneatipos

Eneagrama

Si alguna vez has oído a alguien decir que es un eneatipo 4, un 2 o un 9 y te has quedado con cara de “no tengo ni idea de lo que me está contando”, debes saber que esa persona estaba hablando del eneagrama de la personalidad, una herramienta de autoconocimiento que tiene el poder de transformar tu vida y ayudarte a conocer a los demás en profundidad:


¿Qué es el eneagrama de la personalidad?

El eneagrama es un sistema de tipología de la personalidad, lo que quiere decir que es una herramienta que ayuda a clasificar a las personas según su tipo de personalidad, lo que a su vez hace más fácil comprender ciertos rasgos sobre ellos como sus miedos, motivaciones y deseos más profundos.

Obviamente, el eneagrama no te va a decir absolutamente todo lo que quieras saber sobre una persona, ni tampoco sobre ti mismo/a, pero sí te dará una idea aproximada de ciertos aspectos de esa persona, respetando su individualidad.


¿Qué es un eneatipo?

Igual que el MBTI clasifica a las personas en 16 personalidades según sus funciones cognitivas, el eneagrama clasifica a las personas en un total de 9 eneatipos principales, que son las personalidades que existen dentro del eneagrama.

Estos eneatipos a su vez tienen lo que se conoce como subtipos, alas y flechas, que ayudan a pulir aún más la comprensión de su personalidad, pero de eso hablaremos un poco más adelante.


Los 9 eneatipos del eneagrama

Según el eneagrama de la personalidad, cada uno de los 9 eneatipos tiene lo que se conoce como una “pasión” que es algo así como un rasgo de su personalidad que impregna la mayoría de sus comportamientos, y, por tanto, muchos de sus patrones conscientes, y sobre todo inconscientes, surgen de esa pasión.

Si la persona decide trabajar en su autoconocimiento o simplemente crece como persona por las situaciones que le toque vivir, puede convertir esa pasión en una virtud, transformando su lado negativo en la cara opuesta más positiva.

Por otro lado, a mí me gusta darle al eneagrama un enfoque más positivo, respetando los rasgos negativos que cada eneatipo pueda tener, pues al fin y al cabo todos tenemos cosas buenas y cosas malas, sin importar cuál sea nuestro eneagrama ni nuestro MBTI. 

Dicho esto, vamos a ver un resumen de los 9 eneatipos, que quizá te ayude a identificarte mejor con uno de ellos, o incluso a ver ciertos comportamientos de las personas que conoces: 


Eneatipo 1: El perfeccionista (La ira del eneagrama)

El eneatipo 1 se caracteriza por querer ser perfecto, sobre todo a nivel moral, porque él mismo no se considera así para nada, sino que percibe muchos errores tanto en sí mismo como en los demás, y, por tanto, siente el impulso de querer mejorarse a él, a los demás y al mundo entero, poniendo especial énfasis en lo que es moral y correcto. 

Para el eneatipo 1 nada parece ser lo suficientemente bueno, y por ello vive en la autoexigencia y la crítica constante, lo que suele traducirse en una ira interna que no siempre se manifiesta de cara al exterior. 

En estados menos sanos tienden a ser personas quejosas y excesivamente moralistas que en realidad solo quieren “cubrir” lo que consideran que está mal dentro de ellos mismos. 

Ahora bien, en su mejor versión son personas muy confiables y estables, con las que se puede contar y que siempre tienen el ojo puesto en los detalles, lo que los hace excelentes amigos, trabajadores, padres y madres de familia, etc.

El eneatipo 1 despliega sus alas hacia el eneatipo 9 y el eneatipo 2. Su flecha de integración es hacia el E7, y su flecha de desintegración hacia el E4.

En el siguiente enlace descubrirás mucho más sobre el eneatipo 1

👉 Eneatipo 1: El perfeccionista (La ira del Eneagrama)


Eneatipo 2: El seductor (El orgullo del eneagrama)

Para el eneatipo 2 el amor es lo más grande que existe en este mundo, para él o ella -la mayoría son mujeres- todo es posible en nombre del amor, y a menudo suele hacer lo que sea si cree que esta noble causa lo merece. 

Al eneatipo 2 también se le conoce como el ayudador, porque suele ser una persona que se da a los demás, anteponiendo las necesidades de los demás por encima de las suyas propias. También se le conoce como el seductor, porque sabe muy bien como ganarse al otro. 

Muchas veces este despliegue de amor, ayuda y favores es en realidad una moneda de cambio para obtener lo que desea de la otra persona (que suele ser, como no, amor). Se le conoce como el orgulloso porque nunca acepta sus propias carencias o necesidades, sino que cubre al otro de todo lo bueno para obtener a cambio lo que él o ella quiere sin tener que pedirlo, creando así un intercambio de favores no dicho. 

En su mejor versión es uno de los eneatipos más desinteresados del eneagrama, que puede darlo todo por su pareja, amigos, familia e incluso por las causas sociales que considera justas, es el altruismo hecho persona y una persona muy cálida.

El eneatipo 2 despliega sus alas hacia el E1 y el E3. Su flecha de integración es hacia el E4 y la de desintegración hacia el E8.


Eneatipo 3: El triunfador (La vanidad del eneagrama)

El eneatipo 3 es especialista en encarnar la imagen de éxito de la sociedad en la que vive, cree que todo lo puede a base de esfuerzo y busca reconocimiento por todo lo que logra en la vida: éxito profesional, cuerpo tonificado, pareja perfecta, hijos fantásticos, etc.

Se cree que este es uno de los eneatipos más comunes en la sociedad occidental actual, porque casi todos hemos vivido un estilo de crianza (ya sea en la familia o en la escuela) centrado en premiar los supuestos “logros” y castigar los supuestos “fracasos”. 

Ahora bien, aunque esto puede parecer algo positivo a simple vista, no lo es, ya que la parte negativa del eneatipo 3 es que suprime su propia personalidad hasta el punto de no saber quién es y simplemente emular la imagen de éxito del lugar y la época en la que vive, llegando al punto de no saber lo qué quiere realmente, y necesitando la mirada y el halago del otro para validar su propia existencia, de ahí que se le conozca como la vanidad del eneagrama.

En su mejor versión, el eneatipo 3 es capaz de alcanzar el equilibrio entre hacer y ser, siendo un ejemplo perfecto de esfuerzo, superación y de cómo realmente se puede lograr lo que se anhela con esfuerzo y dedicación.

El eneatipo 3 despliega sus alas hacia el E2 y el E4, y tiene su flecha de integración en el E6 y de desintegración en el E9. 


Eneatipo 4: El individualista (La envidia del eneagrama)

El eneatipo 4 está fuertemente conectado con su sensación de carencia e individualidad, son personas que se sienten diferentes al resto y muchas veces resaltan estas diferencias, ya sea de forma consciente o inconsciente, porque en el fondo no quieren pertenecer a la masa.

Son personas que viven con la sensación constante de que “les falta algo que los demás tienen”, pero tampoco saben muy bien el qué.

De alguna forma también parecen necesitar atención, pero en lugar de buscarla resaltando sus virtudes como haría un eneatipo 3, lo hacen desde la carencia, desde el “pobre de mí” o el “mira lo raro y diferente que soy”, todo esto de forma inconsciente, claro está. Suelen ser personas muy emocionales y tener un aire algo melancólico.

Ahora bien, en estados sanos hablamos de personas que no tienen ningún miedo de ser como son en realidad, y que nos enseñan a los demás a resaltar todo aquello que nos hace únicos, también suelen tener una vena artística y altruista bastante marcada.

El eneatipo 4 despliega sus alas hacia el E3 y el E5, su flecha de integración es hacia el E1 y la de desintegración hacia el E2. 


Eneatipo 5: El intelectual (La avaricia del eneagrama)

El eneatipo 5 es esa persona hiperracional que parece tener poco o nulo contacto con sus emociones, son personas frías, inteligentes y desde pequeños muchos encarnan el arquetipo de “nerd” (aunque no todos).

Si bien puede parecer que estas personas no tienen emociones, la realidad es muy distinta, ya que sí las tienen, pero no confían en ellas para relacionarse con el mundo, de la misma forma que no confían mucho en su capacidad para entablar relaciones sociales.

Este miedo a conectar con el otro, o directamente a salir al mundo, es lo que hace que se conozca al eneatipo 5 como “La avaricia”, debido a que tiende a acumular conocimientos para poder desenvolverse en el mundo real, también evita gastar tiempo, recursos y muchas veces energía porque no sabe si podrá recuperar ese “gasto” debido a su incapacidad percibida de relacionarse con el mundo. 

En estados sanos, la mayoría de eneatipos 5 son muy inteligentes y muchos de ellos presentan altas capacidades y superdotación intelectual, son personas con muchos conocimientos capaces de aportar una nueva perspectiva sobre muchos temas si se les da la oportunidad.

El eneatipo 5 despliega sus alas hacia el eneatipo 4 y el eneatipo 6, su flecha de integración es hacia el E8 y la de desintegración hacia el E7. 


Eneatipo 6: El leal (El miedo del eneagrama)

El eneatipo 6 es una persona que vive con una sensación constante de miedo e inseguridad, que no siempre se manifiesta de forma muy llamativa, simplemente puede dudar a la hora de tomar decisiones y enfocar gran parte de su energía en conseguir estabilidad y seguridad en todos los sentidos.

Realmente, su miedo base es la falta de confianza en sí mismo; sin embargo, lo proyecta hacia el exterior como un miedo o una ansiedad casi constantes -aunque no siempre intensas- por el futuro o por lo que pueda pasar. 

También suele vivir en una contradicción interna sobre seguir a la autoridad o rebelarse, ya que quiere figuras a las que pueda seguir y en las que pueda confiar, pero, en el fondo, tampoco acaba de fiarse de ellas. 

En estados sanos, el eneatipo 6 nos aporta seguridad a todos, y recibe el nombre del leal, porque es una persona muy capaz de crear estabilidad para sí mismo y para los suyos, le gusta confiar en lo que conoce y, por tanto, se vuelve una persona confiable para los demás.

El eneatipo 6 despliega sus alas hacia el eneatipo 5 y hacia el eneatipo 7, su flecha de integración es hacia el E9 y la de desintegración hacia el E3. 


Eneatipo 7: El entusiasta (La gula del eneagrama)

El eneatipo 7 es una persona que no quiere sufrir por nada del mundo, y aunque a simple vista puede parecer que todos somos así, el eneatipo 7 lleva esto mucho más allá, invirtiendo gran parte de su energía en evitar contactar con su dolor interno por mínimo que este sea.

Para ello se mantiene ocupado la mayor parte del tiempo con actividades que considera divertidas o entretenidas, puede apuntarse a decenas de cursos, hacer viajes inesperados a cualquier parte del mundo, tener la agenda llena todos los días, probar cualquier plato que le parezca apetecible, etc.

La parte negativa del eneatipo 7 suele estar presente en las relaciones, ya que su negativa a contactar con la carencia y el dolor a menudo le impide comprometerse, mantener conversaciones delicadas o simplemente priorizar las necesidades de otra persona por encima de su placer inmediato, de ahí que se le conozca como la gula del eneagrama, ya que no puede parar, porque si lo hace, aparece el dolor.

En su mejor versión, el eneatipo 7 encarna el ideal de carpe diem, y nos enseña a los demás a vivir el momento y experimentar el lado positivo de la vida, son personas con las que es fácil pasar un buen rato porque siempre tiene algo divertido para hacer.

El eneatipo 7 despliega sus alas hacia el eneatipo 6 y hacia el eneatipo 8 y tiene su flecha de centramiento en el E5 y su flecha de descentramiento en el E1.


Eneatipo 8: El desafiador (La lujuria del eneagrama)

El eneatipo 8 se caracteriza por la incapacidad de mostrar vulnerabilidad y la búsqueda constante de intensidad, son los tipos duros del eneagrama y suelen transmitir un aura fuerte que acaba pareciendo agresiva hasta para sus seres queridos -aunque no necesariamente son agresivos, simplemente lo transmiten-. 

Son personas que buscan tener el poder y rara vez ceden el control, suelen preferir imponer sus propias reglas y casi nunca muestran vulnerabilidad, aunque también tienden a defender a aquellas personas que consideran débiles.

Realmente este eneatipo tiene miedo de que los demás le sometan, le intimiden o le agredan de alguna manera, por eso suele ser él o ella quien tiende a intimidar a los demás, muchas veces solo con su mera presencia. Como quiere vivirlo todo con fuerza e intensidad se le relaciona con la lujuria, entendida como la búsqueda de lo intenso y no de lo carnal. 

En su mejor versión, el eneatipo 8 es un ejemplo de fuerza y de no dejarse dañar por los problemas de la vida, así como del cuidado a los débiles. Cuando los E8 son capaces de rebajar su intensidad, son personas con las que uno se siente muy seguro. 

El eneatipo 8 despliega sus alas hacia el eneatipo 7 y el eneatipo 9, su flecha de integración es hacia el E2 y de desintegración hacia el E5. 


El eneatipo 9: El pacificador (La pereza del eneagrama)

El eneatipo 9 se caracteriza por ser una persona tranquila que huye del conflicto y que tiene una gran facilidad para adaptarse al entorno, son personas que pasan desapercibidas fácilmente, pero que también tienen cierta tendencia a “narcotizarse” en el sentido de que prefieren darse a los placeres ligeros de la vida antes que ocuparse de ellos mismos.

Si bien se suele tachar al eneatipo 9 de vago, lo cierto es que muchos de ellos son trabajadores excelentes, ya que no hablamos de una pereza física como tal (aunque también puede darse) sino de una pereza espiritual o una incapacidad de mirar hacia dentro, que le mantiene entretenido y adormilado durante prácticamente toda su vida.

Son personas que suelen preferir seguir a la masa y pasar desapercibidos, viviendo la vida lo más cómodamente posible y sobre todo evitando confrontar a los demás, por ello suelen tender a anularse como personas.

En su mejor versión, el eneatipo 9 nos enseña que se puede vivir en calma y sin esa necesidad constante de buscar intensidad o de brillar por encima de los demás, son personas que en estados sanos nos enseñan el lado calmado y pacífico de la vida.

El eneatipo 9 despliega sus alas hacia el eneatipo 8 y el eneatipo 1, tiene su flecha de centramiento en el E3 y de descentramiento en el E6.


¿Qué son los subtipos o instintos del eneagrama? 

Si bien en el eneagrama de la personalidad conocer el eneatipo es lo más importante, cada eneatipo a su vez puede dividirse en tres subtipos o variantes instintivas según cuál sea su instinto dominante


  1. Instinto Autoconservación (SP): Son personas muy centradas en todo lo que tiene que ver con su propia preservación y la de sus seres queridos, están muy enfocados en cuidar la salud, el hogar, los recursos, la familia, etc.
  2. Instinto Social (SO): Son personas que entienden bastante bien el ámbito social, captan las jerarquías y se sienten mejor cuando pertenecen a algo más grande: una asociación, una tribu urbana, una comunidad, etc. 
  3. Instinto Sexual (SX): A este instinto también se le conoce como transmisor, porque quiere transmitir lo que lleva dentro (sus genes, conocimiento, esencia, etc.). Se les dan muy bien las relaciones uno a uno y son los más enérgicos de todos los subtipos.


Si bien esto va más allá del eneagrama, porque se trata en realidad de instintos primarios del ser humano, el eneagrama los tiene en cuenta y divide a cada eneatipo en 3 subtipos diferentes según sea su instinto dominante, ya que su peso en la personalidad es tan grande, que el eneatipo se manifiesta de forma diferente según el instinto que predomine en la persona

Por ejemplo, un eneatipo 3 sexual/transmisor, estará más centrado en su imagen física y en encarnar la imagen de atractivo que esté de moda en ese momento, mientras que un 3 conservación estará más enfocado en la seguridad, en crear el "nido" perfecto, y para crear ese nido se servirá de sus logros, por ejemplo estudiando una carrera de prestigio que le dé seguridad.


¿Qué son las alas en el eneagrama?

Todos los eneatipos tenemos dos alas, que son justo los dos eneatipos que tenemos a los lados, si por ejemplo eres un eneatipo 5, tus alas son hacia el eneatipo 4 y hacia el eneatipo 6, lo que quiere decir que tendrás comportamientos que se asocian a estos dos eneatipos, normalmente de uno tendrás más que del otro.

¿Cómo funcionan las alas en el eneagrama? 

Realmente se cree que cada eneatipo es en realidad la fusión de los que tiene a cada lado, y que de esta fusión sale un eneatipo completamente distinto, pero que aún comparte rasgos de los otros dos.

Piensa en los eneatipos y sus alas como un bebé y sus papás, de la unión de ambos padres ha nacido un individuo completamente único, pero aún comparte ciertos rasgos de cada uno de sus progenitores, aunque solo sea la forma de la nariz y las orejas.

Siguiendo este ejemplo, pensarás:

Bueno, todos los bebés tienen más rasgos de un progenitor que de otro ¿No?

Así es, y lo mismo pasa con las alas del eneagrama.

Si bien se dice que para desarrollarnos como individuos debemos desarrollar los rasgos más positivos de ambas alas, la mayoría de nosotros tenemos más rasgos de un ala que de otra, por eso se suele decir que somos un “eneatipo ala otro eneatipo.

Yo por ejemplo soy 2w3 (que se lee 2 ala 3) lo que quiere decir que, aunque soy un eneatipo 2, aún tengo ciertos rasgos del eneatipo 3, que en mí son mucho más pronunciados que los del eneatipo 1. Sin embargo, otra persona que sea eneatipo 2 puede ser 2w1 sin ningún tipo de problema. 

Las alas nos ayudan a pulir aún más nuestro tipo de personalidad.


¿Qué son las flechas en el eneagrama?

Además de compartir ciertos rasgos con los eneatipos adyacentes, todos los eneatipos tienen dos flechas, y se dice que una es de integración y otra de desintegración.

¿Qué quiere decir esto?

A la hora de desarrollarnos, todos podemos hacer uso de los comportamientos más característicos de otro eneatipo, y según muchos autores se cree que cuando nos acercamos a nuestra mejor versión nos apropiamos de los rasgos más positivos de un eneatipo concreto (la flecha de integración) y cuando nos acercamos a nuestra peor versión, normalmente en momentos de estrés, nos apropiamos de los rasgos más negativos de otro eneatipo concreto (la flecha de desintegración). 

Por otro lado, te quiero comentar que, si bien la teoría de las flechas ha sido universalmente aceptada por todos los autores, son muchos -entre los que me incluyo- los que pensamos que realmente ambas flechas actúan de forma positiva y negativa dentro de nosotros, y que adoptamos tanto los rasgos positivos como los negativos de ambas flechas.

A medida que aprendas más sobre el eneagrama y cómo afecta a las personas seguro que tú también sacarás tus propias conclusiones.


Y eso es todo por ahora, podría pasarme horas hablando contigo del eneagrama porque es mucho lo que aún te queda por saber, pero creo que para empezar vamos bien. Recuerda que nos vemos por Instagram en @MBTI_y_eneagrama, y que puedes dejar un comentario contándome o preguntando lo que quieras.

¿Conocías el eneagrama? ¿Sabes ya cuál es tu eneatipo? ¿Has identificado a otras personas al leer la descripción de los eneatipos? 

Publicar un comentario

0 Comentarios