¿Cuál es la herida de cada eneatipo?

Heridas eneatipos

Descubre cuál es la herida de cada eneatipo y cómo se centra cada eneatipo cuando se hace consciente de esa herida o creencia limitante inconsciente ¡Sigue leyendo!:


La herida de cada eneatipo es la base de sus comportamientos principales, eso que si sabes identificarlo tanto en ti mismo como en los demás, sabrás exactamente de qué eneatipo se trata.

Por tanto, si quieres conocer la base misma del eneagrama, quédate por aquí, porque esto te va a parecer oro puro: 


La importancia de la herida dentro del eneagrama

Antes de nada, quiero hacer este artículo porque veo mucha confusión dentro de la comunidad del eneagrama, donde muchas personas tratan de identificar su eneatipo (o el de otras personas) fijándose solo en los comportamientos externos, cuando estos en realidad nace de una herida o “un miedo raíz” que es el que da forma a cada eneatipo.

Por eso mismo es tan fácil confundir a dos eneatipos con comportamientos parecidos, por ejemplo el 2 y el 7, o 6 y el 8, porque estamos viendo lo que hacen desde fuera, pero nos falta saber  “la razón interna de por qué hacen lo que hacen” y ahí es donde entra la herida:


¿Qué entendemos como herida en el eneagrama? 

Hay muchas formas de definirlo, pero para entenderlo de forma sencilla:

La herida de cada eneatipo es una creencia muy profunda, que normalmente se traduce en un sentimiento negativo en su interior que acaba dictando gran parte de sus acciones en el mundo exterior.

Esto lo vas a entender mejor cuando veamos las heridas de cada eneatipo.

También quiero aclarar que muchas personas creen que estas heridas nacen de una experiencia traumática vivida en la infancia o directamente de los patrones de comportamiento que tuvimos que adoptar en la infancia para adaptarnos al entorno donde estábamos, pero aquí no voy a entrar en cuál es el origen de la herida. 


Diferencias entre pasión y herida dentro del eneagrama

También he visto que muchas personas confunden la pasión con la herida cuando se habla de eneagrama.

Y siendo sinceros, a mí también me costó entender la diferencia entre ambos términos, pero no te preocupes, que cuando lo entiendes es muy fácil:

Mientras que la herida es esa creencia o emoción negativa que reside dentro de cada eneatipo, la pasión es la fuerza impulsora que nace de esa herida y que busca compensar “el dolor” que causa la herida. La pasión es como la tirita que tratamos de poner a esa herida.

Esa pasión a su vez puede enfocarse de forma positiva (que es lo que se asocia al ser) o puede enfocarse de forma negativa (que es lo que se asocia al ego).


La herida de cada eneatipo

Dicho esto creo que ya vamos bien de teoría, así que vamos a entrar de lleno en las heridas emocionales de cada eneatipo, para que puedas aprender mucho mejor cómo identificarlos o incluso cómo saber cuál es el tuyo: 


La herida del eneatipo 1: ¡Tengo que ser perfecto!

La herida del eneatipo 1 es la sensación de sentirse imperfecto, para él o ella nunca nada es lo suficientemente bueno, empezando por él mismo, siguiendo por el entorno y terminando por todos los demás.

Por esa misma razón, idealiza un ideal de perfección imposible de alcanzar ¡porque la perfección no existe!, pero es que además se llena a sí mismo de una autoexigencia que tampoco puede cumplir y acaba derramándose por todos lados, por lo que acaba viéndolo todo como mejorable, mediocre o inmoral

¿Cómo se centra el eneatipo 1? 

El camino de crecimiento del eneatipo 1 empieza por la aceptación, ¿todo es mejorable? Sí, ¿todo va a seguir siendo mejorable mientras el mundo exista? También, porque ese es el principio mismo de la evolución. Por tanto, aceptar que las cosas son como son, y disfrutar el camino continuo de mejora es lo que más puede satisfacer al eneatipo 1 a la larga. 

En el siguiente artículo descubrirás mucho más sobre el eneatipo 1

👉 Eneatipo 1: El perfeccionista (La ira del Eneagrama)


La herida del eneatipo 2: ¡Tengo que satisfacer a otros para que me quieran!

La herida del eneatipo 2 es la sensación de no ser digno de amor, por eso cree que tiene que hacerlo todo por el otro, o por los otros, para así recibir ese amor de vuelta, cuando esto no pasa, el eneatipo 2 puede llegar a sentirse incluso estafado, y tachar a los demás de ingratos y desagradecidos.

Este eneatipo también cree que amarse a sí mismo, cuidarse y atender sus propias necesidades es egoísta, y que darse a los demás es lo que de verdad está bien. Por eso se crea una personalidad agradable que ayuda a los demás y se muestra generosa, pero de forma egocéntrica.

¿Cómo se centra el eneatipo 2

Por tanto, el camino de crecimiento del eneatipo 2 pasa por ponerse a sí mismo en el foco principal de su vida y satisfacerse a sí mismo primero, conectado con su interior, descubriendo qué le gusta hacer, qué le pide el cuerpo etc, para así sentirse pleno y cuidado de verdad y entonces ya, poder darse a los demás (si quiere), con una sensación de plenitud auténtica y no como una forma de obtener algo a cambio. 

En el siguiente artículo descubrirás mucho más sobre el eneatipo 2:

👉 Eneatipo 2: El ayudador (El orgullo del Eneagrama)


La herida del eneatipo 3: ¡Valgo por lo que consigo, no por lo que soy!

La herida del eneatipo 3 es la sensación de no ser valioso por sí mismo como individuo, y por eso trata de conseguir la validación externa mediante logros o alcanzando el ideal de éxito del lugar en el que vive.

Para lograrlo se desconecta totalmente de sí mismo hasta el punto de no llegar a saber ni siquiera quién es él mismo, ya que suele crearse una máscara o un personaje con el cuál se identifica y que puede moldear según las circunstancias, ya que para sentirse valioso necesita que los demás piensen que es el mejor, sobre todo a nivel profesional.

¿Cómo se centra el eneatipo 3?

Por tanto, el camino de crecimiento del eneatipo 3 reside en sentirse valioso por lo que es realmente sin importar los focos, los likes, ni el aplauso externo. Aprender a conectar con sus gustos, valores, deseos, y en definitiva con su esencia personal es algo muy liberador para el eneatipo 3. 


La herida del eneatipo 4: ¡Soy diferente, nunca podré ser feliz!

La herida del eneatipo 4 es la sensación de ser inferior, pues en el fondo cree que los demás tienen algo que a él o ella le falta, en su interior se siente diferente al resto, y suele percibir que esas diferencias le hacen inferior, y que por tanto nunca podrá ser “feliz” como los demás.

El eneatipo 4 vive en un complejo de inferioridad constante, que suele traducirse en una búsqueda infinita para encontrar lo que le falta, pero nunca encuentra, porque sin importar donde esté, la hierba del vecino siempre es más verde a sus ojos (aunque su jardín ya sea el más bonito del mundo). Para tratar de compensar esto, lo que hace es buscar todo el rato en su interior y trata de llamar la atención con esas cosas que le hacen diferente, y muchas veces también con su propio sufrimiento.

¿Cómo se centra el eneatipo 4? 

El camino de crecimiento del E4 empieza por aceptar que es diferente, sí, pero igual que todos los demás, no hay dos personas iguales en la faz de la tierra y además todos tenemos épocas buenas y malas sin importar nuestro eneatipo. Por tanto, necesita entender que ser él mismo está bien, y que puede crear desde su individualidad cosas hermosas sin necesidad de recrearse en la falta.


La herida del eneatipo 5: ¡No soy capaz, necesito saber más!

La herida del eneatipo 5 es la sensación de sentirse incapaz, especialmente en el entorno social y emocional, lo que trata de compensar con el aislamiento, la austeridad y sobre todo con la acumulación de conocimientos que le hagan sentir preparado y “capaz”. Spoiler: eso nunca pasa. 

En su mente cree que siempre le falta la información y los conocimientos necesarios para pasar a la acción, aunque haya estudiado más que nadie y sea la persona más inteligente de la habitación, esto además hace que se sienta abrumado por las “exigencias” de otras personas y en especial por las exigencias emocionales y sociales.

¿Cómo se centra el eneatipo 5? 

El camino de crecimiento del eneatipo 5 pasa por poner en práctica sus conocimientos, entendiendo que la preparación está genial y es muy necesaria, pero que solo aplicando lo que sabe en el mundo real, podrá volverse realmente sabio, sentirse pleno y perder el miedo a salir de su mente.


La herida del eneatipo 6: ¡No me siento seguro, quiero certezas!

La herida del eneatipo 6 es la desconfianza, que se traduce en un miedo casi constante que nace de una falta de confianza en sí mismo. Esto le lleva a buscar todo tipo de certezas en el mundo exterior con la esperanza de paliar así ese miedo infinito que vive dentro de él.

El eneatipo 6 quiere saber que está seguro en todas las áreas de su vida, y que puede sentirse estable y tranquilo, lo que rara vez sucede por muy bien que le vayan las cosas. Muchas veces también duda entre seguir por completo a las figuras de autoridad o seguirse a sí mismo porque no sabe cuál de las dos cosas le dará seguridad, suele tener muchas dudas a la hora de tomar decisiones.

¿Cómo se centra el eneatipo 6?

Por tanto, el camino de crecimiento del eneatipo 6 reside en aprender a confiar en sí mismo, lo que solo logrará cuando tome sus propias decisiones y emprenda su propio camino ¿Se va a equivocar y van a pasar cosas malas por el camino? Pues sí, pero esos son los aprendizajes que paso a paso forjaran la auténtica confianza en sí mismo que necesita el E6.


La herida del eneatipo 7: ¡Me siento vacío, no tolero el aburrimiento!

La herida del eneatipo 7 es la sensación de sentirse vacío e insatisfecho por dentro, lo que trata de compensar apuntándose a la mayor cantidad posible de planes, aprendiendo de todo un poco y sobre todo huyendo del dolor y de todo lo que parece desagradable.

En su interior siente un aburrimiento constante que no le deja vivir, y del cuál trata de huir a toda costa buscando el entretenimiento y el placer, volviéndose adicto a todo lo que le proporciona placer y confundiendo esos “parches de placer momentáneos” con la auténtica felicidad. 

¿Cómo se centra el eneatipo 7?

Por tanto, el viaje del eneatipo 7 pasa por sentirse cómodo con el vacío, un vacío que realmente no llega tan fácil como él cree, pues una vez que deje de huir del aburrimiento y las emociones negativas, verá que existe profundidad, alegría y sensación de plenitud en el compromiso, el descanso y la calma. Y que todo esto le acerca mucho más a la auténtica felicidad que los placeres vacíos a los que siempre ha sido adicto.


La herida del eneatipo 8: ¡Soy vulnerable, tengo que protegerme!

La herida del eneatipo 8 es la sensación de vulnerabilidad e indefensión, creyendo que los demás le pueden herir o dominar y que debe protegerse de eso, creando una coraza con la que se muestra como fuerte, hostil y reactivo de cara a los demás, pudiendo incluso llegar a parecer agresivo y violento (o serlo en los peores casos).

Con esa dureza externa, lo que hace el eneatipo 8 es proteger esa parte tierna, suave y vulnerable que está ahí, pero que una vez fue herida y que por tanto hay que proteger. También suele proyectar esto de cara al exterior y en estados sanos es un eneatipo que valora mucho la justicia y la defensa de los débiles.

¿Cómo se centra el eneatipo 8? 

Dicho esto, el camino de crecimiento del eneatipo 8 es abrazar su lado tierno y aprender que no necesita protegerlo todo el tiempo y que puede mostrarlo en espacios donde sea propicio hacerlo y en especial con sus seres más queridos: como su pareja, hijos, mejores amigos, etc.


La herida del eneatipo 9: ¡No soy bienvenido!

La herida del eneatipo 9 es la sensación de no ser importante, creyendo que sus deseos son irrelevantes y que mostrarse o hablar de lo que quiere acarreará conflicto, por lo que acaba anulándose a sí mismo como persona, cediendo ante los deseos de los demás a fin de mantener su paz interna.

Por esta misma sensación de no ser bienvenido el eneatipo 9 acaba por no tener presencia ni ningún deseo de guiar su propia vida, viviendo a merced de los demás y perdiéndose a sí mismo en el proceso. También puede tender a “narcotizarse” con demasiada comida, televisión o incluso con un hacer mecánico que le mantenga alejado de su propio ser.

¿Cómo se centra el eneatipo 9? 

Por tanto, el viaje de crecimiento del eneatipo 9 pasa por darse importancia a sí mismo o a sí misma, mirar para dentro para preguntarse ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Qué puedo hacer para conseguir mis anhelos? , dándose así el espacio que merece en el mundo por el simple hecho de ser un ser humano más. Una vez que tú mismo o tú misma te ocupes de ti y aprendas a mostrarte, verás que eres más bienvenido de lo que crees



Espero haberte ayudado a entender mejor las heridas emocionales de cada eneatipo, he querido incluir también el camino de crecimiento para hacerlo un vídeo práctico, y que puedas pensar en las acciones que puedes emprenden en tu vida (o en tu propio interior primero) para acercarte a la versión más tranquila, feliz y realizada de tu eneatipo.


¿Te sientes identificado o identificada con la herida de tu eneatipo? ¿Y con tu camino de crecimiento? ¿Qué acciones vas a tomar para acertarte a la versión más sana de tu eneatipo?

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